Uno de los hábitos que te ayudarán a iniciar el día con productividad es dormir mejor, además de que es saludable a tu cuerpo y mente y mantener un estilo de vida eficaz. Sin embargo, muchas personas presentan dificultades para conciliar el sueño, lo que trae consecuencias en la acción de tus actividades diarias y te sientas cansado el resto del día.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 30% de los individuos experimenta dificultades significativas para iniciar el sueño durante la noche, lo que conlleva a una variedad de trastornos que afectan gravemente la rutina diaria de millones de seres humanos.
- Establece un horario para el descanso
Asigna un lapso de hasta ocho horas para el reposo nocturno. La cantidad aconsejada de sueño para un adulto en buen estado de salud es al menos de siete horas. La mayoría de las personas no requieren más de ocho horas en la cama para obtener un buen descanso. - Presta atención a tu alimentación y consumo de líquidos
Evita acostarte con hambre o con el estómago excesivamente lleno. En especial, evita comidas copiosas unas horas antes de ir a la cama. La incomodidad estomacal puede dificultar conciliar el sueño. - Crea un entorno propicio para el descanso
Mantén tu espacio de dormir fresco, oscuro y sereno. La exposición a la luz en horas nocturnas puede dificultar el inicio del sueño. Evita el uso prolongado de dispositivos con emisión de luz justo antes de acostarte. Considera la posibilidad de utilizar cortinas opacas, tapones para los oídos, un ventilador u otros dispositivos para crear un ambiente que se ajuste a tus necesidades. Llevar a cabo actividades relajantes antes de acostarte, como disfrutar de un baño agradable o practicar técnicas de relajación, podría fomentar un sueño más reparador. - Restringe las siestas durante el día
Las siestas prolongadas durante el día pueden interferir con el sueño nocturno. Limita las siestas a no más de una hora y evita dormir al final de la tarde. Sin embargo, si tu jornada laboral es de noche, es posible que necesites tomar una siesta más tarde durante el día para compensar la falta de sueño. - Incorpora actividad física en tu rutina diaria
El ejercicio regular puede contribuir a un sueño de mejor calidad. No obstante, evita ejercitarte muy cerca de la hora de acostarte. Pasar tiempo al aire libre cada día también puede ser beneficioso. Además, es recomendable realizar ejercicio al aire libre para favorecer tu ciclo de sueño.
