Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se define como la proporción de agua que extraen todos los sectores en relación con los recursos hídricos disponibles. El estrés hídrico es la demanda de la cantidad de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado, o cuando su uso es muy bajo.
Ante el próximo cambio climático causado por la contaminación ambiental, la pandemia, la falta de concientización del cuidado de nuestro planeta son algunas de las causas del llamado Fenómeno del Niño, que actualmente pone en riesgo el suministro de agua en toda Lima y Callao.
La entidad informó que las represas donde se almacena agua necesaria para abastecer a toda Lima y Callao tienen el nivel de almacenamiento más bajo de los últimos cinco años.
Según SEDAPAL, hasta julio del 2023, las lagunas que controlan el flujo del río Rímac han acumulado alrededor de 190.17 millones de metros cúbicos (MMC) de agua. Esta cifra es más baja en comparación con los mismos meses de los años 2018, 2019, 2020, 2021 y 2022. Aunque esta situación no plantea una amenaza inmediata de falta de agua para Lima y el Callao durante el 2023, sí es una señal de precaución para los meses siguientes.
SUNASS coordina acciones
Con el objetivo de asegurar que el servicio no se vea interrumpido en momentos de escasez de agua, la Sunass propone mejorar la utilización de los 416 pozos que Sedapal tiene disponibles. De estos, 275 están operativos, 111 se encuentran en reserva y 30 están siendo reparados. Esto permitiría tener un suministro de aguas subterráneas en caso de situaciones de emergencia. Además, el regulador está instando a Sedapal a acelerar el ritmo de inversión en proyectos destinados a mejorar la disponibilidad de agua en la región.