Al aproximarse el fin de semana, la luminosidad del sol en Lima se verá nuevamente reducida debido a la presencia de cielos nublados, vientos y episodios de llovizna. Especialistas sugieren utilizar la estrategia de vestirse en capas para enfrentar las fluctuaciones de temperatura.
Los días grises en Lima Metropolitana han llegado a su fin, al menos durante los próximos cinco días. De acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), hasta el viernes 22 de setiembre, el cielo sobre la «Ciudad de los Reyes» estará completamente despejado, lo que implicará la presencia de radiante luz solar. Por lo tanto, se anticipa que la llegada de la primavera 2023 en Lima estará marcada por neblina y lluvias.
Según las previsiones climáticas, Lima Metropolitana experimentará temperaturas máximas que oscilarán entre los 22 y 23 grados Celsius durante esta semana, en contraste con las jornadas frías y húmedas que se registraron recientemente en la capital.
La experta en meteorología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Rosario Julca, señaló que durante la noche se anticipa que las temperaturas disminuirán hasta alcanzar valores de alrededor de 17 o 15 grados Celsius. En este sentido, destacó que estos cambios serán más notorios en la zona este de Lima, abarcando los distritos de San Juan de Lurigancho, Lurigancho-Chosica, Chaclacayo, Cieneguilla, La Molina, Ate Vitarte, Santa Anita y El Agustino.
No obstante, la especialista enfatizó la importancia de mantener la precaución, ya que hacia el fin de semana, específicamente el 23 de septiembre, fecha en que comienza la primavera, se prevé que regresen cielos nublados, vientos y lloviznas, especialmente en las áreas costeras de Lima Metropolitana.
«Es fundamental recordar que aún nos encontramos en la estación invernal y que las lloviznas y la humedad son características propias de esta temporada. Lo que ha sido inusual es que hemos experimentado un invierno más cálido, con la influencia de la temperatura superficial del mar», comentó Sulca.
Finalmente, explicó que el aumento en la intensidad del viento ha contribuido a que las temperaturas se vuelvan un poco más frescas, lo que a su vez ha generado la humedad y el incremento de nubosidad y lluvias.