ROGER GONZALES ARAKI
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Los Barracones, Tacora o La Parada son lugares ocultos para todos por el temor que da acercarse. Caras de desconfianza y miradas perdidas caracterizan a dichos lugares en muchos casos.
Decía Héctor Lavoe que “la calle es una selva de cemento”, pero el buen JuanMa de “Dilo Nomás” hace que esa selva ya parezca una costa, lo hace ya cotidiano. Con su cámara “caleta” y con su andar temerario hace de las incursiones su principal atractivo.
Sus seguidores le dicen ‘Pelado’ de cariño, pero eso no le molesta, parece que de esa forma se hace ver más “transparente”. Quién lo diría, su canal se hizo más popular y querido desde su incursión a Tacora. Él ya lo conocía de cerca porque trabajó tiempo ahí arreglando bicicletas, pero muchos no conocíamos más allá.
Y así es que en cada visita que muestra en su “ventana” hace más fácil conocer el Perú, si bien para él es complicado hacerlo, para nosotros es más simple entender la calle.
“Tener calle” le ayuda al momento de hablar con la gente. Vivimos en una capital muy cambiante, en que ya no se sabe cómo puede reaccionar un entrevistado, en que si con una mentada de madre te brindan su apoyo o su rechazo, ese es idioma de la calle, pues. Como cuando estuvo en las orillas del Río Rímac junto a su “amigo” Rockman y se pudo librar de un robo.
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Es biólogo de profesión, es paradójico pero cambió el microscopio por el lente de su cámara. También le gustó mucho la publicidad, se considera muy creativo y vaya que sí lo pudo plasmar porque hoy es un youtuber que cada vez se hace más conocido, más popular y se dedica netamente a ello. Nunca olvida sus malos momentos, cuando producía sólo 10 soles al día pero ni así pierda esa humildad.
Vivió en distritos como Magdalena, San Isidro, San Juan de Lurigancho, donde vive actualmente y el albañil lo estafó (así sale en su vídeo), tuvo un silo. Su vida es literalmente “a todo terreno”.
Y con “Dilo Nomás” ha podido ver más allá, caminar y en cada paso sentir la Lima que muchos odiamos, pero que a la vez amamos. Cada incursión lo hizo mejorar como persona. “Si no te conmueves, no tienes corazón”, nos confiesa.
