Descubrimientos arqueológicos verifican la identidad del templo de la huaca Tomabal, el más antiguo de La Libertad según evidencias del precerámico Tardío.
Los arqueólogos han confirmado su hipótesis sobre la significativa importancia de la huaca Tomabal en el Valle de Virú (La Libertad) como un lugar central para ceremonias y rituales propios de un templo. Este descubrimiento reciente reafirma el papel crucial que desempeñó en la vida de las comunidades peruanas durante el período del Precerámico Tardío.
El equipo de investigadores del Proyecto Arqueológico Valle de Virú (PAVI) ha descubierto un segundo muro policromado en la unidad de excavación número 1 de la huaca Tomabal, con una posible antigüedad de alrededor de 4,500 años. Este muro se encuentra en un espacio reducido de 5 x 9 metros. Los arqueólogos afirman que es probable que tenga una altura de aproximadamente 3 metros. A pesar de las limitaciones y desafíos que han surgido, el equipo está comprometido en continuar sus esfuerzos de excavación en este sitio.
“Hemos corroborado que tiene una esquina curva, el muro también está policromado, nos queda evidencias claras que el muro sigue bajando, pues solo estamos ante una parte del mural”, señaló Feren Castillo Luján, director del proyecto.
Características
Debido a su estructura compuesta por adobes troncocónicos y sus diversas formas, además de la ausencia de cerámica, los expertos en arqueología sostienen la creencia de que este hallazgo podría datar de la misma época que el complejo arqueológico de La Galgada en la sierra de Áncash, el cerro Sechín en Casma o la huaca Ventarrón.
Durante esa época, la práctica común era construir estructuras con esquinas curvadas y equiparlas con un hogar central, una característica que se cree que este templo también tiene. Sin embargo, será en un momento posterior cuando se lleve a cabo la excavación requerida para identificar dicho hogar o sistema de ventilación, elementos que son distintivos de las fases finales del Periodo Precerámico, según señaló Castillo.
El primer muro policromado de la huaca Tomabal
En el año 2020, tras sufrir daños significativos de hasta un 60% debido a las labores de maquinaria pesada llevadas a cabo por agricultores locales, los arqueólogos Régulo Franco y Feren Castillo descubrieron un muro policromado que representaba una figura antropomorfa. Inicialmente, se pensó que pertenecía a la época Cupisnique, pero posteriormente se confirmó que era de una antigüedad aún mayor.
En la actualidad, los expertos solicitan la participación de las autoridades pertinentes con el propósito de preservar este templo del período precerámico y evitar la posible pérdida de los murales policromados más antiguos en la región de La Libertad. La situación es apremiante ya que la huaca está ubicada en medio de campos de cultivo de aguacate y caña de azúcar.